el corazón se aceleraba con sólo recordarlo,
era ahí cuando el terrible insomnio volvía, como en Macondo,
una dolencia física que se instalaba casi a diario, como una piedrita en el zapato (como esas de soleada).


Dolor en el pecho, taquicardia, amnesia le hubiera gustado tener en esos momentos,
para no recordar el mensaje,
para no recordar sus ojos,
para no pensar constantemente:


que andarás haciendo ahora?

3 comentarios:

yo dijo...

eh, hay cosas que no hay que preguntar.

sole (...) dijo...

ehhhhh, señor puntitos, que buenas fotos las de su blog, ¿pero no se puede comentar?...

saluttt.

yo dijo...

no se puede. soy medio parco.